miércoles, 17 de noviembre de 2010

20 años a ritmo de Clío

B. IRU PÉREZ. Ocurre con el paso del tiempo que ciertos modelos automovilísticos pasan a formar parte de la historia, a convertirse en símbolos de una época, referentes de un movimiento social. Ejemplos claros como el SEAT 600, símbolo de la España de los años 60, la Volkswagen T1, referente del movimiento hippie, o el Panda de Fiat y SEAT, recuerdo imborrable de las décadas de los 80 y 90, constatan la presencia de ciertos modelos en la memoria histórica colectiva. Este año en que un utilitario tan común como el Renault Clío cumple dos décadas la pregunta es ¿Llegará a recordarse algún día este coche como un referente de la época?

Clío 1990 Foto: netcarshow.com
La gama Clío comenzó su andadura en 1990, cuando empezó a comercializarse como continuación del Renault 5, y desde entonces ha sido uno de los utilitarios por excelencia de las carreteras de medio mundo. Montando motores que han ido desde los 49 CV hasta los más de 200 de su edición V6 y con una estética que, aunque se podría dividir en cuatro generaciones según la época, ha mantenido siempre la imagen sencilla de líneas curvas y bordes redondeados que le dan esa imagen de utilitario sencillo, sin extravagancias, llevándolo a vender más de 10 millones de unidades en todo el mundo.

Nuevo Clío Foto: renault.es
20 años siendo uno de los estandartes de Renault, se ha convertido en el único modelo automovilístico elegido “coche del año” en dos ocasiones (1991 y 2006), pero ¿es suficiente esto para convertirse en un mito? Lo cierto es que el Clío ha vivido en una época de expansión del mercado, teniendo que convivir con modelos similares que, independientemente de los logros técnicos, han ocupado la plaza de al lado en los parking, y que han repercutido de forma similar en la sociedad. Vehículos como el Saxo de CITROEN o el Polo de Volkswagen serán, indudablemente, compañeros en los recuerdos de carretera de esta época.

La repercusión que pueda tener un coche en el recuerdo histórico de una época es difícil de predecir, todo parece indiferente cuando sigue el ritmo de las manecillas del reloj, sin embargo cuando pasa a formar parte del pasado es cuando empieza a verse su mayor o menor repercusión en el eje cronológico. Seguramente en la década de los 60 nadie pensó que aquel pequeño coche que todo el mundo tenía llegaría a convertirse en un símbolo de su tiempo. En un cumpleaños en el que este modelo de Renault aprovecha para iniciar su 4ª generación es difícil saber que le deparará el futuro, pero, ¿Quién sabe? Quizás algún día estás décadas se recuerden a ritmo de Clío.

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