Segovia. Mucho más que acueducto



Acueducto desde la plaza de Azoguejo

B. IRU PÉREZ: Apenas 1 hora de viaje desde Madrid, tan solo 28min si lo hacemos en la lanzadera del AVE, y nos encontramos con Segovia, una ciudad de cuento que ha sido siempre sinónimo de Acueducto. En la cúspide del conocimiento general sobre la ciudad se encuentra este monumento romano, patrimonio de la humanidad, que da la bienvenida al visitante con sus 162 arcos. Sin embargo, puede que el verdadero encanto de Segovia se encuentre al despegar la vista de su majestuosidad y perderse por las calles de su casco histórico.

Catedral desde la `Plaza mayor

Una capital de provincia pequeña, casi un pueblo grande, pero que derrocha riqueza arquitectónica por los 4 costados. Una vez pasado el acueducto y su  Plaza de Azoguejo,  tan digna de mención como la propia vía acuífera, se inicia un recorrido por sus casi novelescas calles de adoquines. Unas vías que conservan el espíritu medieval de la ciudad y que deberían conducir al visitante a la Catedral, el punto intermedio perfecto para la visita fugaz, y una joya gótica construida en una Europa ya renacentista.



Torres del Alcázar

Adyacente a la Catedral, la Plaza Mayor se ofrece a interrumpir el recorrido y disfrutar por unos minutos del tranquilo transcurrir de Segovia. Se convierte además en antesala para atravesar la empinada calle Daoíz y descubrir uno de esos rincones que hacen a la ciudad merecedora de su visita. Cuentan que Walt Disney inspiró en el alcázar de esta pequeña población el logo de su gran productora, y lo cierto es que, independientemente de la veracidad del rumor, el encuentro con el palacio se convertirá con toda probabilidad en uno de los puntos más mágicos de la visita.



Alcazar desde la muralla

Acueducto, Catedral y Alcázar aparecen como platos fuertes del que será todo un banquete para el amante de las escapadas con valor histórico. Su reducido tamaño da la posibilidad de que un Domingo en Segovia de para mucho, aunque no deja de ser uno de esos rincones en los que apetece seguir descubriendo. En definitiva una escapada cercana, rodeada de riqueza natural, en la que el amante de los cuentos de castillos encontrará mucho más que un acueducto.
Fotos: Sergio Álvarez