B.IRU PÉREZ: De pie y sin compañía en la mesa se ha dirigido Paulino Rivero a los estudiantes que le recibían en la residencia Fernando de los Ríos, en Getafe. Una corta charla en la que el presidente del gobierno canario ha defendido la labor del nacionalismo para “dar estabilidad al estado” y que ha precedido un turno de preguntas en el que los asistentes han podido realizar sus cuestiones al mandatario. Un claro acto de precampaña para muchos, pero que ha sometido al duro examen de los estudiantes al máximo gobernante del archipiélago.
Rivero en la charla. Foto: B.Iru Pérez |
Lo más interesante del encuentro recae quizás en el turno de preguntas que han realizado los estudiantes, que durante más de una hora han examinado al jefe de gobierno. Intervenciones que desde el primer momento han demostrado que la sesión no iba a ser un camino de rosas para el presidente, cuando uno de los estudiantes le preguntaba si había volado en Bussines a Madrid (en referencia a la polémica con los eurodiputados). Rivero ha contestado que en “la sección económica de Bussines”.
La ronda ha dejado lugar también para la polémica del puerto de Grandilla, cuestión que ha sido contestada tajantemente por el presidente canario: “Se debe buscar una conciliación entre medio ambiente y desarrollo”, ha añadido, sin embargo, que esto no debe impedir que las infraestructuras básicas encuentren su lugar. También ha tenido ocasión de criticar a los líderes de los grandes partidos cuando se le ha preguntado por la valoración de los políticos “Rajoy se equivoca en llevar una política de brazos cruzados y confrontación”.
En definitiva un encuentro que no deja de ser, en opinión de quien les escribe, un acto de campaña encubierto de charla estudiantil, pero que gracias a la intervención de los jóvenes ha dejado entrever líneas políticas más allá de la propaganda partidista. No es habitual que en Madrid se escuchen frases como: “Nos guste o no los nacionalismos le dan la estabilidad a España”. Nunca está de más resaltar lo rescatable de entre el mar de tintes de campaña electoral, tintes que han existido claramente al no permitirse turno de réplica.